Buitre leonado
(Gyps fulvus)
A finales de diciembre o principios de enero, a una gran altura se ven dibujadas dos siluetas de grades aves, superpuestas y volando al unísono como si estuviesen unidas por un hilo invisible, es el vuelo nupcial del buitre leonado, esto puede verse por las montañas españolas, no ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde en su gran mayoría han sido exterminados.
Castigados por cazadores y por desaprensivos colectores de huevos; diezmados por los cebos envenenados que se destinan a los animales carniceros; hambrientos por la escasez de comida cuando se alteran las prácticas de pastoreo, los efectivos de la población española han disminuido alarmantemente en los últimos años y, de no aplicarse remedio a todos estos peligros, podrían alcanzar un nivel crítico para el equilibrio de la especie.
Construye un nido muy voluminoso, de ramas y forrado de musgo, hierbas y pelos, no muy abrigado; la puesta se realiza en febrero, un huevo blanco, que es incubado por ambos sexos durante 60 días.
El pollo es alimentado por ambos padres, tiene un crecimiento rápido que no puede frenar, si no recibe suficiente alimentación muere de inanición; vuela a los tres meses aproximadamente.
Se alimenta de cadáveres de mamíferos, sobre todo ovejas, cabras, bóvidos, asnos, mulas, caballos; en casos de hambre, basuras.
Su habita son las montañas y riscos
Buitres en Cortes de la Frontera
Buitre en Coripe
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